Sí, soy una boluda...

Tengo un súper proyecto entre manos, con el sí más importante de los últimos años otorgado y no me animo a empezarlo. ¿Alguien puede venir a matarme? Gracias.

Póntelo, pónselo

¿Alguien tendría la bondad de explicarme qué está pasando con las golosinas argentinas? Después de los mensajines de Milka, destinados a los enamorados poco elocuentes, tenemos la nueva campaña de Tofi con dibujos animados (me cuesta creer que sea casualidad su contemporaneidad a la de Bonobon). ¿Qué pasó con "vamos a cambiar el mundo con una dulzura especial", eh? No puedo creer el comercial sobre el amor prohibido entre dos modelos de enchufe vecinos. Dejando de lado la (¡sutilísima!) alusión fálica en la representación de masculino/ femenino, están celebrando la decisión de un muchacho enchufe que en nombre del amor de verdad renuncia a su identidad a través de la automutilación. ¡Me conmueve hasta las lágrimas! Se me ocurre que además del clásico momento fumado, característico de tanta comunicación publicitaria contemporánea, este comercial es hijo de una publicitaria resentida dando rienda suelta a sus fantasías de castración. Se ve que, como decía Mafalda, si no te apurás a cambiar al mundo, viene el mundo y te cambia a vos. Con una tenaza.

Oh, sagrados rayos catódicos...

Mujeres de nadie da para todo. Escena de noche/ madrugada. Oscuridad, silencio. A través de una puerta vidriada aparecen unas misterioras luces fosforecentes centelleantes, de fondo, el tema de X-Files. Termina siendo el retorno de Ana María Picchio con uno lentes psicodélicos. ¡Ah, la gratuidad!

Cambiando por completo el ángulo de la información, veo que se sumó Patricia Viggiano al multiestelar elenco. ¡Es la gemela malvada de una persona con la que trabajo hace 3 años! ¡Con razón le veía cara conocida! ¡Incluso hablan igual! Creo que se suma a mi lista de encuentros con falsos famosos (no confundir con falsos encuentros con famosos, eh), junto con la dueña del negocio de ropa que es idéntica a Silvana Di Lorenzo... Y sí, lo sé, mi concepto de "famosos" es bastante de cabotaje...

Exhibicionismo

La semana pasada me sentí una vieja chota mientras dos amigas coetáneas relataban su profusa experiencia con Facebook y sus chirimbolos virtuales. Por eso, ahora quiero experimentar con una desfachatada faceta flogger. Como la imagen contemporánea está absolutamente vedada, por razones ideológicas (y por un desagradable encuentro reciente con la balanza) dejo una fotica de mis años mozos (cuando me enorgullecía tanto de mi imagen que costó encontar una foto en la que no estuviera en topless).


PD. Hace largo rato que tenía ganas de postear esta estupidez. Se supone que tengo esto para escribir, no para jugar con una anacrónica adolescencia. Pero, lo dicho, tenía ganas. Y se supone que tengo esto para hacer lo que se me de la gana. Ojo, que vengo descubriendo que puedo hacer lo que quiero... Ya sabrán de mi cuando cuajen mis planes de dominación global...

Sobredosis de TV

Tanta gente preocupada por la aparente decadencia de la televisión argentina cuando al alcance de la mano tenemos pruebas fehacientes de que tenemos una de las mejores teles del mundo. Los ejemplos están al alcance de la mano, basta ver las adaptaciones de series argentinas. (No voy a hablar de la de Resistiré, Watch me over, que acaba de arrancar por A&E, pero tengo mis serias dudas de que el villano termine comiendo trocitos gelatinosos de tío). Acabo de ver un capítulo de Los Simuladores en versión mexicana. Nunca da con el tono de humor absurdo que tuvo la versión local, pero el caso de hoy demuestra a las claras que el televidente argento promedio está más dispuesto a lo lúdico... Los muchachos mexicanos enfrentan a una fan deprimida con su ídolo. Al comienzo, se supone que es un imitador, pero luego termina siendo el cantante (mexicano) real. En la versión argentina, la señora deprimida es fan de Paul McCartney y se termina acostando en la penumbra de un hotel con un sosías con peluca flequilluda.

Te aprecio, bastante...

Estoy indignada (c) con el nuevo chocolate con mensajines. Imagino que algún creativo anda orgullosísimo por haber pergeñado un producto tan caro a las necesidades de nuestra sociedad, pero a mi me resulta una nueva constatación (y van...) de la decadencia de la especie. ¿Ya no somos capaces de pegarle un post-it a una golosina para decir "Suerte" o "Gracias"? Eso por no hablar del que dice "Te quiero mucho". Por Tutatis, ¿hay algo más triste que decirlo con un papel de chocolate? Estoy segura de que hay un amplio sector social que compra (guiño, guiño) esta idea, pero ¿es mucho pedir un intento, al menos, de abandonar una literalidad tan escandalosa? No hay caso, cada minuto nace un premetafórico.

Podría hablar en el otro extremo del comercial de Bonobon, pero los muñequitos y la canción de Rosal me hacen sonreir. Mucho. (El concepto del muchachito regalando el corazón es una patada en la pupila, lo sé, pero acompañado de una lírica como "Tu mamá debe ser pastelera..." habilita una lectura un poco menos hiperglucémica).

¡Cuánto glamour!*

¡Cuánto mal le ha hecho al género femenino Sex and the city! Una prueba más: No cabe la menor duda de que el controversial sombrerito lucido por Sarah Jessica Parker en la premier de la película está entre las abyectas condiciones de producción del tributo a Carmen Miranda que porta Dolores Barreiro en la entrega de los Martín Fierro...

*Frase de mi santa madre mirando "La alfombra roja" (¡Cómo necesitamos una Joan Rivers!). Mi hermano, por otro lado, sólo atina a murmurar "¡es delito!", cada vez que la cámara toma al elenco de Patito Feo.

Dejá que la vida te despeine...

Fijate vos que importante era el regreso de los Cadillacs que, según permite apreciar el viento recorriendo sus cabellos, Vicentico hasta se pegó una ducha. Creer o reventar.