¡Qué porquería es el cromosoma!

Este cuatrimestre, después de cuatro años, volví a cursar un par de materias en la facultad. Originalmente eran tres, pero ajena a cualquier tipo de estímulo intelectual (o de otro tipo, como se verá) una de ellas murió en la semana cuatro. De las dos que quedan, una se cursa los lunes y la otra, los viernes. Un fixture horrible, pero impostergable. Los viernes curso con un potencial Marco que, descubrí con dolor hace un par de semanas, está fatalmente enamorado de otra. Mi psicóloga me carga y dice que tengo que hacer mi "duelito". Los lunes son más complicados. Nunca tengo ganas de ir, pero me obligo porque si no después La Señora me reta. Todas las semanas llego sin ganas, comida por la angustia y la neurosis, y siempre (siempre) salgo con una sonrisa. Me encanta mi profe: su ingenio, su estrategia didáctica, su habilidad para hacer la clase entretenida, su sentido del humor. Es un encanto. Y además es hermosa. Sí, sí, la imagen mental es gratis. Como dijera Charly: "La entrada es gratis; la salida, vemos".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

todo muy lindo muy lindo pero de consigna ni hablemos...

Isa dijo...

No, no, el temita de la consigna es en la otra materia. Qué diálogo bizarro, este. No quiero ponerme policíaca pero, ¡identifíquese! (Creo que ya tuvimos este intercambio un par de años atrás...)