¡Oh, qué contrariedad!

Me voy por 48hs. y el rancho se me llena de bichos. ¡Eso me pasa por no cerrar bien el mosquitero!
Un par de completos extraños premetafóricos (preclaras mentes de la última escoria del universo semántico) no puede contener la compulsión de comentar en mi blog de boluda anónima sin tener la mínima dignidad de inventarse un nombre propio ingenioso. ¡Qué dilema! ¿Debo cerrar este espacio para cederlo a una pluma notable o, en su defecto, a algún performer dadaísta? ¿O debo nefregarme por completo de tamaña muestra de mala leche y pereza mental? ¡Uh, no me decido! (Aclaración para los Hijos de un "notable" celebrado por sus remanidas ideas y mediocre pluma: "IRONÍA, IRONÍA").

Ahora lo importante:

Cinzcéu, Poligrilla: Leerlos, y saber que me leen, me alegra el día, siempre.

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