Buenos Aires me mata: Blanca y radiante




Sé que mi foto es bastante berreta, de hecho hay que poner buena voluntad para entender que eso que se ve apenas es nieve. Pero créanme, nevó en Buenos Aires a través de mi ventana.
¿Hay que agregar algo más?
"La naturaleza tiene muchas artimañas para convencer al hombre de su finitud -el incesante fluir de las mareas, la furia de la tormenta, la sacudida del terremoto, el largo retumbar de la artillería del cielo-, pero la más tremenda, la más sorprendente de todas es la fase pasiva del silencio blanco. Cesa todo movimiento, el aire se despeja, los cielos se vuelven de latón; el más pequeño susurro parece un sacrilegio, y el hombre se torna tímido, asustado del sonido de su propia voz. Única señal de vida que viaja a través de las espectrales inmensidades de un mundo muerto, tiembla ante su propia audacia, se da cuenta de que su vida no vale más que la de un gusano."
Jack London, "El silencio blanco"
Iba a terminar el post con esta mirada entre atónica y admirada, pero mientras subía las imágenes enganché la nota de TN con un efoque supuestamente poético sobre los copos de nieve y la algarabía popular y me hinché las pelotas. OK. Fue fantástico ver nevar en Buenos Aires. Porque por un rato (y sólo por un rato) siempre es mágico ver nevar. Y aún más en una ciudad en la que habitualmente no sucede (quizá suceda una vez al siglo, afortunados nosotros).
Me divierten los niños que tratan de armar muñecos y bolas de nieve y corren por el barro de las plazas que no llegan a cubrirse de blanco. Pero me revientan los adultos que se exaltan. Escuché a una mujer decir que fue "un orgullo" presenciar este momento. Y me cansé de ver a los idiotas que corren al Obelisco con banderas ante cualquier acontecimiento, sea una nevada o un campeonato de fútbol. Y me hartó escuchar (y seguir escuchando) que es "un día histórico". ¿No son todos los días históricos? Sí, claro, no todos los acontecimientos pueden pasar a la Historia, pero está cayendo agua congelada, ¿no será mucho?
Bueno, eso. Que nevó en Buenos Aires. Y que fue mágico. Lo demás, es la gente. ¿Y si, por un rato, se quedan callados y miran el silencio?
PD. La referencia jocosa a Oesterheld, la victoria de Macri y el calientamiento global se las debo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Sin ánimos de entrar en la crónica estúpida de: ¿dónde estabas cuando empezó a nevar? quisiera comentar en este blog tan lindo mis experiencias de ayer...
1)Mi primer pensamiento al ver la nieve fue: Qué rico un submarino y un biznike!!! Sí, la comida es lo único que guía mi vida.
2)Qué carajo estoy haciendo en la puerta de Garbarino tratando de meter un televisor de 21 pulgadas en un taxi de dos por dos!!! Mientras el chico de Garbarino me dice, en tono poético, "uyyyy, tenés todo el pelo blanco" a lo cual obviamente respondo "Pero no es caspa!!!!" Y cierro.
Por último, maten a los que fueron al obelisco...hay gente tan al pedo en la vida!!!

intervalo discreto dijo...

la gente y los medios... para TN nevaba más en villa devoto y en lomas de zamora sólo porque llevaron cámaras ahí y, como siempre que se prende una cámara, algunos hacían monigotadas.
en fin... yo pude ver la nieve en silencio, lindo esto de ser de principio de siglo.

Anónimo dijo...

Biznike nevado (alto nick): Para eso estamos, para evitar los descuelgues pseudo poéticos de la gente.

intervalo discreto: Pobre TN, después ví la nota de América y la de Telenueve y decidí perdonarles la vida.

Me parece oportuno citar la célebre frase: "Amo a la Humanidad, lo que me revienta es la gente".