Super Mario Bros

Quiero vanagloriarme de mi recientemente descubierta habilidad para la plomería: esta mañana reparé sin experiencia y sin ayuda el desagote del lavatorio del baño. Pero, claro, me sentiría mucho más orgullosa si la reparación no hubiera tenido lugar luego de que lo hubiera roto yo misma, en uno de mis prototípicos arranques de neurosis obsesiva, al destornillar la rejilla en busca de un mejor acceso para una limpieza "profunda". De hecho, me sentiría satisfecha de mi esmerada pulcritud si no hubiera decidido abocarme a limpiar en profundidad en casa en lugar salir a presentar mi (definitiva, lo juro, lo juro) renuncia a mi ex trabajo.

2 comentarios:

Chica Almodovar dijo...

Cuando la neurosis obsesiva se manifiesta en el síntoma de la limpieza "profunda", los resultados se miden en escala Richter.

Cinzcéu dijo...

Reparar uno mismo lo que uno mismo rompe es un sano ejercicio de madurez y responsabilidad. Felicitaciones. El resto, acerca de renuncias (o renuencias) y limpiezas profundas, es -Biasatti dixit- otro tema.