Parecido pero diferente…

A lo largo de la vida me han encontrado parecida a cantidad de ignotas. Siempre, en todos los ámbitos, alguien cree que soy i-g-u-a-l a la hermana de un amigo, a una prima, a una compañera de trabajo. (En muchos casos, se trata de alguna “Alejandra”. No se bien por qué, pero, estadística pura, parece haber algún nexo entre ese nombre y el mío, el verdadero, ese que no es Isa). Algunos argumentan cuestiones homofónicas; otros, etarias, otros, estilísticas, lo cierto es que siempre hay “otra” igual a mí. La verdad, lo encuentro bastante irritante, es como si tuviera la personalidad de una “ameba”, o peor aún, que todo lo que creo que es mío es apenas un emparche de gestos ajenos. Pero sólo recuerdo dos anécdotas de parecido con “famosas”, de las cuales sólo una es una persona “real”, la otra es un personaje de ficción televisiva.

Cuando tenía nueve o diez años solía peinarme con dos largas trenzas de pelo castaño y tenía la nariz cubierta de indómitas pecas (que hoy mantengo bajo control huyendo de los rayos solares cual Viviana Canosa o Andrea del Boca). Esos dos rasgos eran suficientes para que me encontraran “igual” a Laura Ingalls (aunque, claro, también era inocentona y medio varonera).

Recién quince años después me asignaron un nuevo parecido farandulesco: una persona bastante poco fiable es sus descripciones (vale la pena aclararlo) me asoció “estilísticamente” a Sofía Coppola. Me apuro a aclarar que me encantaría creer que esto es cierto, pero, desafortunadamente, no lo es. Ella es más bella, más talentosa y su padre le habilitó el ingreso a la meca del cine; el mío me enseñó a distinguir entre “epoxi” e “hidrobronz”, para que quede clara la diferencia…

Todo esto me parece muy significativo… A veces creo que podría seguir forzando los “parecidos” y contar la historia de mi familia como “La pequeña casita en la pradera”; pero me resisto a un destino tan amargo y prefiero creer que soy capaz de la exótica belleza y la saudade de “Lost in translation”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

"La vida cotidiana no está hecha de sueños fabricados en Hollywood, hija mía, sino de pequeños saberes prácticos sobre el hidrobronz y el epoxi". Carlo Ingallo en La pequeña ferretería en La Calera.