Oda a los Robert Downie Jr. de este mundo

El post anterior me dispara una reflexión... Perdonen que traslade a este espacio una pregunta que debería hacerle a mi terapeuta, pero... ¿Qué nos pasa a algunas mujeres con la categoría del "Roto"? Hace años que utilizo "Roto" para definir a ciertos especímenes de género masculino. Me he cruzado con féminas que usan "Torturadito" o "Reventadito" casi como sinónimos (no lo son, pero vale el intento).

Está claro que un alto porcentaje de mujeres prefiere candidatos más socialmente aceptados (y aceptables), pero es muy grande el nicho que suspira por algún lumpen psicobolche sucio, depresivo e irredento drogadicto. ¿Cuál es la raíz de esta atracción deforme?

Se me ocurre que puede detectarse la emergencia de este fenómeno en el star system local e internacional y, como un ejemplo cabal de su modo de funcionamiento, en una serie de éxito como Lost.

En Lost hay un héroe clásico: Jack es apuesto, gallardo, altruista, incluso es médico y adinerado. Sin embargo, con el correr de los capítulos le han incorporado, gota a gota, los aditamentos del "Roto Torturado". Ya no está de moda, parece, el galán "blanco Ala". Capítulo a capítulo, pelea el puesto del más deseado con un estafador de poca monta, bebedor contumaz, egoísta, desgreñado y altanero; un "duro" con un conmovedor trauma de la infancia y un lado tierno. Un claro ejemplar del "Roto Reventado". Como si fuera poco, ahora ambos pelean la punta con un torturador iraquí arrepentido (!) que entra en competencia cuando tiene el pelo lavado (y planchado).

Se me ocurre que la mayoría de las mujeres prefiere al Roto Torturado, pero en general es agotador, con todos sus conflictos existenciales. A veces es mejor el Roto Reventado; rompe, sí, pero una sabe a qué atenerse y se reduce la culpa al despacharlo. El peor de los casos es siempre el Roto Combinado (un cóctel maníaco-depresivo fatal: perverso y angustiado).

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