Ayer, en menos de dos horas, me crucé con Federico Olivera y con Osvaldo Bazán. Seguro hay una conclusión que sacar, pero no tengo idea de cuál.
Hoy, por una circunstancia de carácter excepcional, tuve que retornar a la que fue mi escuela secundaria. Allí encontré a la docente que era mi ídola en mis años mozos. Hoy es un clon de Kristina, con flequillito, reflejos, largas uñas manicuradas, botas de cuero de exportación, saquito de diseño, mucha josha y celular rosa. Acabo de caer en la más profunda depresión.
Para colmo, "como a los chicos les sirven los mensajes", fui exhibida como un fenómeno de circo ante la caterva de púberes al grito de "miren, miren, esha es ex alumna de esta escuela y hoy es egresada de la UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES".
Como además aclaró que después de a Licenciatura estaba haciendo dos años MÁS de Profesorado, se escuchó de fondo el murmullo con sorna de un iluminado... "¡¿Tánto le gusta (estudiar)!?" Cuánta verdad. Después dicen que la juventud está perdida....
Mejor perderlos que encontrarlos
Publicado por Isa el 5/28/2008
Etiquetas: Mi vida es una sit-com, Yo: un tema apasionante
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