Estoy viendo Dexter. Al principio estaba realmente enganchada con la serie, pero ahora... Tengo problemas con varias cosas, pero podría resumirlos en dos grandes áreas:
a) La construcción de los personajes parece, por momentos, bastante esquemática. Con el agravante de que la serie buscar construirles cierta pretendida "profundidad", que termina resultando altamente previsible. Es como si todo el tiempo insistiera, ¡ojo, que estos androides tienen alma! Pero las "vueltas de tuerca" siempre son altamente retorizadas. Un ejemplo, la jefa, que es una perra trepadora, tiene que luchar para defender su rol en un entorno machista, aunque en el fondo tiene un corazón tierno que se conmueve con los niños (Ajjjj). (De hecho, hay un misterioso asesino serial que mutila a sus víctimas, un verdadero Némesis para Dexter, que parece ser el hilo conductor de la historia en el largo plazo. Estamos en el capítulo siete y yo ya sospecho de su identidad. Ojalá me equivoque). El peor de los casos es, por supuesto, Dexter. Sobre todo porque, inicialmente la idea es atractiva. Estamos hablando de un muchacho absolutamente adorable cuyo pasatiempo es matar gente, desmembrarla y arrojarla al fondo del océano. El problema arranca cuando buscan aludir a un "oscuro pasado" que puede haberlo convertido en lo que es. O cuando insisten argumentativamente en que es un ser "vacío", sin emociones, para contradecirlo todo el tiempo en las acciones.
b) El segundo problema es bastante más grave. Y no es precisamente la crítica tonta que sobrevuela a la serie por la "estetización" de las muertes violentas. Se supone que Dexter, guiado por un férreo código moral que le impuso su padre adoptivo policía "canaliza" su necesidad de matar rastreando criminales que escaparon de la justicia. Acá es dónde ideológicamente la serie hace agua. ¿Lo que hace Dexter es una oscura forma de justicia? (Fox cree que sí, cuando lo llama "Justiciero serial"). Dexter, desde la más absoluta ilegalidad, espía, persigue, secuestra, tortura y mata a personas que, aparentemente, se lo tienen merecido. Eso nunca podría estar del lado de la justicia. Creer que alguien, por horrible que sean sus crímenes, merece morir a manos de Dexter sólo puede sostenerse si paralelamente se defiende la vigencia de la pena de muerte para el sistema legal-institucional. Si el protagonista mata a un mal tipo (siempre son completa, esencial y estereotipadamente "malos tipos", o "malas minas", llegado el caso), ¿ese crimen es menos repugnante? El hecho de que "Papi Policía" le enseñe a su niño a perseguir malechores enemigos de la "buena sociedad" le agrega una dosis más de incómoda familiaridad.
Pero todavía hay algo más. A pesar de esos atisbos del "trauma infantil", la historia cuenta que Dexter fue adoptado a una edad temprana por una familia que lo amó, lo contuvo, lo educó (tratemos de dejar de lado, por ahora, el perverso entrenamiento al que Papi lo somete para que canalice sus urgencias asesinas). ¿Se supone que alguien nace malo, o se vuelve malo, y en adelante no puede más que ser así? La maldad (y la crueldad) se convierte en un rasgo "esencial". Dexter ES un asesino; Papi sólo busca encauzarlo, jamás reformarlo. Es un problema de móviles: Dexter es puro Ego, siente placer al matar, eso le alcanza para justificar su conducta. Papi es una suerte de espurio Superyó: este sí, este no. El problema es que Papi sólo pudo pensar en una dimensión pragmática, cuando el verdadero problema es de índole ética. Dexter puede y quiere matar y algunas muertes son incluso "deseables", pero, ¿eso le da derecho a matar?
Yo te ví: Dexter
Publicado por Isa el 5/08/2008
Etiquetas: Consumiendo industria cultural
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