Pata Villanueva roba en el shopping (mala Pata)

El jueves 29 fui a comer a casa de unas amigas. Ellas, muy atentas, habían comprado ñoquis. Cumplimos a la perfección el rito del billetín bajo el plato para llamar a la fortuna. Mi billetín de dos pesos quedó entre el botín de los cacos que me afanaron en la trasnoche del viernes.

Ayer, por primera vez en meses, llegó la revista del cable antes del día 15. Hoy se fundió la tele.

Hoy volví a confirmar mi incuestionable sex appeal ante taxistas y mozos septuagenarios. Me deprimiría, pero el primero me preguntó en el colmo de la amabilidad si no me molestaba que encendiera la radio porque escuchaba "rock pesado", antes de clavarse unos tangazos en la 2x4 y el segundo trajo los cafés con leche súper espumosos con medialunitas de Lilliput. Peor es nada.

3 comentarios:

caca dijo...

pobrecita, pobrecita, pobrecita, y encima con la foto de Daria!

Das muy loser!

Conectate con las cosas lindas de la vida (?), que las habrá.

Anónimo dijo...

Por fin hay alguien tan optimista como yo!!!!!!

saludos, natanel, saludos Isa!!!

Isa dijo...

Ya me encargué de que la ¿foto? de Daria custodie otro post. Sepa, Don Natanael, que yo no doy loser, SOY loser. Hace años cursé una materia en la que el señor profesor, un adelantado a su época (puesto que es un emo trotskista, aunque él no lo sabe), comentaba risueño que Criollitas postulaba la belleza de las pequeñas cosas de la vida sólo porque el señor Bagley disfrutaba de las grandes. Así estoy yo. Para citar a un pensador argentino contemporáneo: "No sé lo que tengo pero sé lo que no tengo. Sé lo que no tengo, pero no lo puedo comprar".

Usted, Anónimo/a, entendió todo.