Padre, madre, tutor o encargado

Acá había un post por el cual gente que me conoce y me quiere llegó a pensar que puedo estar de acuerdo con algún tipo de apoyo a pedidos de mano dura, a juzgar a menores como adultos y a pedir pena de muerte para todo el mundo que no me guste. No es lo que quise decir (espero que huelgue la aclaración). Por las dudas, le aplico la pena de muerte al post. QEPD.

Cuando tenga ganas de deterneme a argumentar con solidez, más allá del arrebato del exabrupto repentista, vuelvo. (Hete aquí por qué es tan difícil mantener algún tipo de frecuencia de actualización de blog...)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tengo que reconocer un cierto placer en llevarle la contra aunque sea por una vez: a veces nuestro nivel de simbiosis me asusta. ¡Jamás pensé que las repercusiones fueran tantas como para que censure el post! Se me vino a la mente la jueza Burububurudía. Es que estoy escuchando discos de los 90. Creo que el Delorian está estacionado en mi ventana. Ahora, no utilice esta situación como excusa para publicar menos en el blog, se lo pido por favor.
Saludos más que atentos!
Nina