El sábado, gracias a la generosidad de mi amiga Lala [gracias a la generosidad de su hermana Mampu (gracias a la generosidad de los productores desesperados por la ausencia de público)], pude concurrir gratarola a ver la comedia musical que consagró a Florencia Peña.
Me gustaría apuntar, ante todo, que desde el perdón otorgado a Natalia Oreiro gracias a Sos mi vida, Florencia Peña es reina indiscutida de mi título personal de "persona no grata por imbancabilidad televisiva", basado, como fue en su momento con la Oreiro, a ciertas desaveniencias en la valoración de su trabajo y su talento. Para decirlo claramente: no soporto a las figuritas que de pronto están convencidas de haber alcanzado El Éxito, El Merecido Reconocimiento de sus Dotes Actorales, un maravilloso Idilio con El Público y la conquista de La Crítica, cuando objetivamente (es decir: lo que a mi me parece, por supuesto) son el mismo desastre de siempre oculto tras un extraño fenómeno metadiscursivo.
Dicho esto, que contribuye a aclarar mi ánimo que, se sabe, es dado a dejarse llevar libremente por los prejuicios, puedo proceder al destripamiento de la obra en sí.
Ante todo, debo decir que la obra me gustó (con las salvedades del caso, claro).
Destaco especialmente a las dos amigas de Charity del Fandango, dos verdaderas artistas del teatro musical: voces atractivas, con buenos registros, colores interesantes, por supuesto, afinadísimas, pero además con una buena interpretación actoral y una plasticidad en los movimientos que cerraban un combo excepcional. El cuadro del staff completo de las chicas del burdel: pluscuamperfecto.
La puesta está muy bien: el diseño de iluminación es fantástico, tiene interesantes desiciones estéticas en la planta escenográfica y el vestuario, el sonido es muy prolijo y la orquesta, impecable. Dicen "los que saben" (encarnados en mi amiga cinéfila amante induscutida del "musical") que, sin embargo, queda demasiado pegada a la versión hollywoodense.
Y la obra crece en interés, comicidad y ternura cuando aparece el atribulado Oscar que compone Nicolás Scarpino. (Nuevamente, "los que saben" no coinciden necesariamente con esta apreciación, pero a mí Nicolás Scarpino me cae veinticinco puntos, vea, a pesar de qué, reconozco, su voz esté lejos de ser perfecta).
Para mi gusto la obra adolece de un problema frecuente de las adaptaciones: no puede tomar la desición de adoptar una variante del español. Pasea de aquí para allá del "tú", al "tí" y al "vos", incluso en un mismo parlamento. ¿Por qué si arranca con un "Ey, vos, playbloy", remedo de aquel "Hey, Big Spender", tiene que derrapar con esos "me amas", "tienes" y demases? Pero además, ¿por qué si se toma el trabajo de adaptar algunas cosas le hace repetir a Charity tres veces tres que fue a comprar a "Blummingdales"?
Apuntado todo esto, puedo proceder a despanzurrar a algunos intérpretes, la verdadera razón de esta crítica, por supuesto. Ante todo, vale aclarar que el desempeño de Peña es menos aterrador de lo que suponía: canta y baila con relativa soltura. Ergo: no desafina compulsivamente, no es un monumento al espástico. Para mi gusto, sin embargo, para bailar le falta gracia, "empeine y desplazamiento" (¡Moria tiene razón!). Para cantar, en cambio, no hay mucho que pueda hacer: tiene una voz decididamente desagradable, agravada por el tono irritante que utiliza para transmitir la inocencia, la ingenuidad algo ilusa de Charity. Con respecto a la actuación, hace gala de todos sus clichés, sus mohines, sus tonos esperpénticos de "Moni Argento". En fín, se trata verdaderamente de la consagración de Florencia Peña.
Pero dejo para el final la cereza de la copa Melba de mi ranking de imprecación: Señoras y Señores, con ustedes, Dieguito Ramos. Ante todo, ¿quién fue el genio que le marcó el tono al muchacho? Porque hace de ese galán italiano a lo Valentino con un acento que vira de Barrio Parque a Gerli pasando por Claromecó, pero de italiano, nada. Lo más gracioso es que va y viene, en oleadas, sin solución de continuidad. De todos modos, eso es nada comparado con los breves minutos (que se hacen eteeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeernos) en los que constata la irreparable ausencia de Melpómene y trata de "cantar". No se me ocurre manera más gráfica de describirlo que esta: es como limpiarse las orejas con un cotonete de papel de lija.
En síntesis, mi interpretación del éxito de la obra que ya no logran sostener se basa en esta descripción. Es posible que, cual profesía autocumplida, hayan partido de personajes reconocidos, abrocomillas populares cierrocomillas para atraer masivamente al público a un género que no es necesariamente popular en Buenos Aires (exceptuando los momentos más álgidos de la dupla Cibrián-Mahler).
Se me ocurre que la dificultad para sostener el éxito es precisamente la causa de otros: el boca a boca. El problema es que, quizá, el fan de Peña se vea defraudado por la extensión de la obra, por lo acotado (¡felizmente!, acoto yo) de los momentos de spastic, no, perdón, slapstick comedy o la fan de Dieguito sufra porque su querido cruza fugazmente la escena, mientras que el amante del teatro musical debe soportar que los tres protagonistas principales tengan voces mediocres, pero más aún, que la protagonista indiscutida sea una genuina representante de las Queni (¡Moria tiene razón!, again): queni canta, queni baila, queni actúa.
Yo te ví: Sweet Charity
Publicado por Isa el 6/22/2007
Etiquetas: Consumiendo industria cultural
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2 comentarios:
Uff, la verdad que te admiro por escribir tanto. Muy bueno tu comentario es muy divertido (va no se si queria divertir)
Te espero en http://elk-b.blogspot.com/
sos un verdadero imbecil con todo el perdon de la palabra... no soporto a la gente que califica a los actores por su teatro televisivoooooo porque no te subbis vos al escenario, se nota que no entendes nadaaaaaaaaaaaaaaaa
Yo por mi parte destaco muy favorablmente a la señora Florencia Peña, me parece que estuvo sensancional en el papel de Charity no le quead otro otro calificativo.. tampoco estoy de acuerdo con lo que escribiste arriba de "ausencia de publico"... por que las veces que fui no fue asi.. pregunto y con total sinceridad entendes algo de todo estooooo???????????????????????
Bueno me retiro queria dejar dicho que no estaba de acuerdo con lo que habias planteado... lo demas si muy bien la obra es fantastica... igualita a la de broadway me atreveria a llamarla... pero es logico no son los mismo productores....
?Tenes idea de eso.....? O te limitas criticar a la peña solo porque no te gustaaa?????????????
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