"En fin, vivir no es sólo difícil, es casi imposible"
José Saramago, Historia del cerco de Lisboa
"Las cosas siempre pueden empeorar; esa es la tradición de los vencidos"
Ricardo Piglia, Prisión perpetua
"Abandoné la esperanza de ser alguien -decía-. El objetivo de mi vida era huir de lo que me rodeaba, vivir en un sitio donde ya nada pudiera hacerme daño. Intenté destruir mis lazos uno a uno, dejar escapar las cosas que me importaban. La idea era lograr una indiferencia tan poderosa y sublime que me protegiera de cualquier ataque. (...) Me repetía a mí mismo que la solución perfecta consistía en no desear nada, no tener nada, no ser nada. Al final llegué a vivir casi como una piedra."
Paul Auster, El país de las últimas cosas
O en una versión contemporánea, la "acidia"; a pura cara de culo, entre el duelo y la melancolía.
UPDATE: Había escrito a pura acidia, por no decir "como el culo". Ya está corregido.
1 comentario:
Donde Freud formuló “Duelo y melancolía”, Agamben propone: “duelo, acidia y melancolía”, yo arriesgo: “duelo, acidia, melancolía y alivio”.
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