Autobiografía No Autorizada

Creo en la palabra. Porque en el principio fue el verbo, claro. Y el sustantivo, el adjetivo y el artículo y el adverbio. Porque aunque me divierte la posmodernidad tengo un reflejo plenamente moderno. Creo en los grandes relatos. Pero no en la religión, ni en el estado, ni siquiera en la ciencia. Creo en el poder del relato. Para entender todo. Para explicarlo todo.

Últimamente creo un poco más, es una consecuencia del análisis. Porque sólo la profunda fe en el relato puede llevar a narrar anécdotas de generaciones de una familia casi sin conocerlas. A preguntarse por los baches del relato, por su ritmo, su tono, su estructura interna. Yo descreo de la teoría literaria, pero cuántas veces entiendo más mi historia si la cuento como un cuento. Y cuántas veces imagino exorcisar unos cuantos fantasmas a puro pacto ficcional, si tuviera el talento.

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